Desde 1945 , los Estados Unidos percibió a la Unión Soviética como su principal adversario en el plano internacional, y a su política exterior -definida como expansionista y agresiva- como la principal amenaza a su seguridad. Desde muy temprano en la Guerra Fría, la competencia con la URSS fue definida como un conflicto de "suma cero" de carácter global. En otras palabras, las perdidas de una superpotencia en el plano global son automáticamente "ganancias" de la otra, y viceversa.
La Primera Guerra Fría abarca más de dos décadas, con cuatro presidentes en los Estados Unidos, y abarca también varios diseños estratégicos que, teniendo en común el gran tema de la contención, diferían sustancialmente respecto a la forma de implementarla.
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