A la Primera Guerra Fría (1945-1968) también se le conoce con el nombre de la Contención; se utiliza este término para expresar y explicar una amenaza ideológica y política de la Unión Soviética hacia los Estados Unidos. Al término de la Segunda Gran Guerra Europea, el Kremlin se encontraba en posición de manipular a los partidos comunistas de otros países para sus propias intereses; por lo que el gobierno estadounidense encontraba en el régimen de Stalin una actitud "sospechosa" hacia éste. Los Estados Unidos sentían que si Moscú lograba llevar su influencia comunista a otros países europeos o a Japón, significaría que los habrían vencido ideológicamente y que pondrían en riesgo su seguridad nacional. Así que los Estados Unidos decidieron tomar medidas preventivas para evitar que esta situación se diera.
En ese momento se estaba hablando únicamente de una contención ideológica hacia las ideas comunistas, ya que la URSS no contaban con el armamento necesario para hacerle la guerra a los Estados Unidos, cosa que ni siquiera tenían pensado realizar. En otras palabras, aun no existía una carrera armamentista, pero había otros factores soviéticos que causaban inestabilidad y problemas mundiales a consideración de los líderes estadounidenses. Uno de ellos era el brote de partidos comunistas en varios países del este de Europa y Asia.
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